La exposición Coser el molde reúne una selección de obras de cuatro artistas mujeres que exploran el uso del textil y la cerámica en su práctica artística. Estos modos de expresión que históricamente se han asociado a lo doméstico, lo femenino y las artes aplicadas, se convierten en el vehículo para una revisión crítica y estética en el contexto del arte contemporáneo. 

Coser el molde hace referencia a la idea de ensamblar, de unir elementos para crear nuevas formas. Este concepto se refleja tanto en el proceso creativo de las artistas como en el propio acto de «coser» y «moldear», que implica la acción de integrar diversas piezas, materiales y significados. 

En sus piezas, Julia María Martín, Cristina Ortega, Marina Valls y Francisca Rubio Wenk cuestionan los usos convencionales de estos materiales y técnicas, explorando sus límites y dándoles un nuevo poder narrativo y visual. La muestra busca visibilizar las voces de estas cuatro creadoras contemporáneas que redefinen en su obra los lenguajes artísticos tradicionales.       

La serie de “Intervenciones sobre postales y fotografías antiguas de Canarias” de Julia María Martín (La Orotava, 1979) nace de una necesidad por seguir explorando y experimentando con diferentes técnicas y medios textiles en diversos formatos y/o soportes. En este caso, a través del bordado en un soporte fotográfico.

Esta serie está compuesta por un conjunto de postales y fotografías antiguas de Canarias que la artista ha ido recopilando con el tiempo y que va interviniendo con el fin de generar nuevas narrativas. Puntada tras puntada, los hilos van modificando la imagen existente mediante colores, texturas y formas que contrastan con la fotografía original, proporcionando así otra dimensión a la imagen.  

Marina Valls (Mallorca, 1987) actualmente está trabajando la salud mental, en concreto la ansiedad y el estrés. De estos pensamientos surge “Nudo Mental” un conjunto de obras centradas en el ruido mental. 

Vivimos en una era saturada de estímulos e información, donde el ruido mental se ha vuelto un compañero constante que nos desconecta de nuestro entorno. La obra «Ruido Mental» explora esta dinámica moderna, invitando al espectador a reflexionar sobre la carga invisible de pensamientos intrusivos y preocupaciones. La pieza, simboliza la invasividad de nuestras listas mentales y la autoexigencia que nos impide disfrutar del presente. Estas piezas no sólo visibilizan el impacto del ruido mental, sino que también ofrece un espacio de introspección para reconectar con uno mismo y el entorno.

La obra de Cristina Ortega (Gran Canaria, 1999) se centra en la exploración de cómo los tejidos pueden transformar nuestra experiencia del confort, la corporalidad y la intimidad. A través de su trabajo, busca reconfigurar la relación entre los espacios que habitamos y los cuerpos que los ocupan, cuestionando cómo las dinámicas de consumo contemporáneas afectan nuestra conexión con lo más esencial. Aunque sus piezas parten de experiencias personales, trata de invitar al espectador a reflexionar sobre lo privado como una vivencia compartida.

Las cuatro piezas que presenta Cristina Ortega en esta muestra están divididas en dos instalaciones o conjuntos. “Como oro en paño” y “¿Dónde está el fruto?” están influenciadas por la forma de la gota, la púa, la espina… Esta se muestra como un aliciente para contar una historia, un giro que colma el vaso.

Las obras “Esposas” y “Todo va genial”, de Francisca Rubio Wenk (Córdoba, Argentina, 1999)  pertenecen a la serie “Mothering”, práctica artística que está construida a través del patrón repetido y a la técnica de bordado debido a las connotaciones históricas de la técnica: una disciplina infrava-lorada, clasificada como “arte menor” y relegada al ámbito femenino. Una línea de investigación que aborda es el estudio del imaginario doméstico cons-truido: el hogar como un lugar supuestamente seguro y agradable, la maternidad y las relaciones dañinas entre madre e hija, las dinámicas de roles, de juegos de poder dominante-dominado que se traducen en conductas aprendidas y repetidas cuya fórmula viciada se hereda generación tras generación, como los roles femeninos.